
Natalia Weisz: “En las empresas, avanzar del presente al futuro deseado no es un desafío técnico sino adaptativo”
Liderar en tiempos de incertidumbre no es una tarea fácil, pero es esencial para guiar a las organizaciones hacia un futuro próspero. En el CEO MeetUP del Parque Empresarial Austral, Natalia Weisz, profesora del IAE Business School y autora del libro Strategy as Leadership, compartió valiosas herramientas para liderar en contextos cambiantes e impredecibles.
“Sense-making”: dar sentido en el caos.
Weisz explicó que uno de los desafíos más grandes que enfrentan los líderes en tiempos de cambio es la creación de sentido ante situaciones y contextos totalmente inesperados.
“¿Qué está pasando en el entorno y en nuestra organización?”. Plantearse esta pregunta será el primer paso. «Hacer sentido implica explorar con nuevos ojos», comentó. A menudo, los datos que solían guiar a las organizaciones ya no encajan en el nuevo contexto, lo cual obliga a los líderes a reconstruir su marco de referencia.
Este proceso de hacer sentido no es un esfuerzo solitario, sino una tarea colectiva: «La generación de sentido siempre es social», resaltó. La clave está en fomentar el diálogo constante dentro de los equipos, analizar diferentes perspectivas y, juntos, redefinir la realidad en la que se encuentran.
“Nuestro rol como líderes no es necesariamente dar la visión de hacia dónde tenemos que ir y cuáles son las prioridades, sino generar el contexto para co-crear esa visión con el equipo y alcanzarla”, subrayó.
Para lograr esto recomendó transformar la visión en una historia. Comparó el rol del líder con el de un director de cine que tiene la capacidad de hacer que equipos muy diversos se coordinen en torno a una historia común. «Convertir aquello que queremos alcanzar en una narrativa hace que sea más fácil de transmitir, comprender, conectar y coordinar», añadió.

El desafío de llegar a dónde queremos ir
Una vez que se ha definido la visión, el siguiente paso es acortar la brecha entre el presente y el futuro deseado. Pero, como mencionó Weisz, esto no es un reto técnico: “Es un desafío adaptativo, y solos no podemos”.
Los cambios “adaptativos” son aquellos que implican respuestas fuera de nuestro repertorio aprendido. Nos exigen reemplazar actitudes, creencias y hasta resignificar valores.
Es el tipo de cambio que no se detiene solo en lo técnico, sino que muchas veces implica lidiar con pérdidas, y es aquí donde muchas organizaciones encuentran resistencia.
Weisz explicó que muchas veces las prioridades estratégicas no se implementan correctamente porque no se presta suficiente atención a los aspectos emocionales. “Las personas se resisten a soltar lo que conocen, ya que implica perder algo que valoran”, afirmó. Estas pérdidas pueden ser tangibles, como el tiempo, los recursos o incluso personas en la organización.
También puede que exista temor a la percepción de incompetencia. Frente a un desafío nuevo es natural que muchos miembros de la organización se sientan inseguros acerca de sus capacidades para enfrentarlo. Este miedo puede llevar a negar el problema o a evadirlo. Nadie quiere sentirse incompetente. Será rol de los líderes crear “ambiente contenedor”, donde esto no sea visto como algo negativo, sino como una oportunidad de aprendizaje.
Finalmente, Weisz dijo que la pérdida de lealtades es otra consideración importante. Ninguna persona es una isla. Tenemos lealtades hacia aquellos que comparten nuestros valores, intereses o historia. “Si eres alguien que actúa como la voz de compañeros de trabajo o amigos, eso significa que esperan que defiendas ciertas perspectivas. Alterar esas expectativas puede tener un alto costo, principalmente en términos de identidad y sentido de pertenencia. El miedo a erosionar la confianza inhibe las conversaciones abiertas sobre el verdadero trabajo que debe hacerse, lo que socava el progreso en las prioridades estratégicas.” “Liderar tiene su riesgo«, concluyó la académica, «pues no solo es la capacidad de movilizar a las personas a que afronten sus desafíos difíciles y prosperen sino que tambien, es el arte de ir distribuyendo las pérdidas a un ritmo tolerable, pero para avanzar hacia un futuro mejor, mucho más luminoso«.